Cultura Organizacional; Artefactos, Valores y Supuestos que (¿sin darnos cuenta?) un día naturalizamos.

Por Laura C. Schemper*

En el bar de una organización deportiva (club) aproveche a ir por un café mientras el entrenador pidió unos minutos para reforzar algunas jugadas que requerían mayor precisión. Contaba con menos de 5´ si no quería perderme el último “cuarto” (denominación de las etapas de juego en el Basquet). Esos minutos bastaron para que, con solo hacer foco en los 3 carteles manuscritos con marcador rojo colgados en la pared del Bar, identificara claramente que eran parte de un mensaje institucional que se sostenía por otros (también pegados en la pared) y recorrían el pasillo desde la puerta hasta la cancha.

Estos mensajes pedían “respeto” “tolerancia” “amabilidad” “escucha” y “ejemplo”, dejando leer entrelineas parte de lo que Edgar Schein identifico como valores de una cultura organizacional.

Existe gran número de definiciones que completan el glosario de la CULTURA ORGANIZACIONAL y acá les comparto una que fui diseñando y me viene acompañando desde mi experiencia y contacto directo con algunas de organizaciones.

“La cultura organizacional (…) es el patrón de asunciones básicas, producto de creencias, ideas, hábitos, valores, costumbres y experiencias que los grupos han inventado, desarrollado durante su aprendizaje para gestionar sus desafíos de adaptación externa e integración interna (a la organización que pertenecen)”

Desde este marco la cultura orienta las acciones de los miembros que la constituyen y la relación entre éstos con su entorno, haciendo a dicha cultura, única y valorando significados, conocimientos e identidad compartidos.

Nada que comunica algo tiene de casual ni de ingenuo en la medida que se expone frente al resto. Cada palabra y cada imagen que se puede ver colgado de una cartelera como vehículo mensajero resulta indiferente. Es justamente el sitio elegido para que “mensajero” y “mensaje” mantengan la sinergia que se necesita para definir qué tipo de valores, supuestos y artefactos definen la propia cultura.

Cuando pregunté a varios interlocutores de la organización por la razón de los mensajes colgados de la pared la respuesta fue unánime:

  •  Venimos hace muchos años perdiendo socios, empleados y dando una imagen lamentable frente a los más pequeños de nuestra población. El maltrato y la falta de empatía nos llevó a perderlos. Quizás no es mucho lo que podamos hacer a través de mensajes escritos a mano pero esto no puede seguir así, el cambio debe empezar por algún lado y junto con algunos padres nos decidimos a dar el primer paso.

¿Alguna vez te pusiste a pensar que artefactos de tu organización están dejando relucir valores, prácticas y costumbres que parecen naturalizadas?

(*) Pedagoga, consultora en people processes, facilitadora de habilidades profesionales y Coach Deportiva para Equipos de Alto Desempeño.