Cambio e Innovación: Continuidad en la Empresa Familiar

El gestionar los cambios e innovación en la Empresa Familiar pone en evidencia las capacidades de evolución del propio sistema, algo trae como propio el ADN de la familia empresaria, y hay mucho más que corresponde aprender con el paso del tiempo y desarrollo de la complejidad a gestionar.
Natalia Christensen, Consultora de Empresa Familiar Certificada CEFC® y Presidenta del IADEF, aplica metodologías de análisis e intervención para mapear el ADN de acuerdo con las caracteristicas del binomio Empresa y Familia de cada empresa familiar. Desde su experiencia, conocer toda interdependencia entre los factores y elementos presentes en la particular relación entre la empresa y familia, y de los miembros de esta entre si, le permiten afirmar que lo que hoy sucede en la cocina o el un salón del hogar de uno de los miembros de la familia empresaria, tiene una gran influencia en las posibilidades de continuidad de esa empresa familiar a lo largo de las generaciones. Una conversación, un momento educativo con los hijos, una confidencia a la esposa o esposo de un accionista o un gestor, un anhelo o expectativa poco realista de un adolescente… Todo ello es importante de cara a la continuidad porque va construyendo una cultura que es el tejido del que está hecha la familia empresaria.
La cultura familiar y los valores de la familia no tienen una influencia directa en la cuenta de resultados, pero sí la tienen a largo plazo (que es el marco temporal en el que debemos situarnos si estamos pensando en generaciones).
Dice la segunda ley de la termodinámica que cuanto más grande es un sistema, más energía se necesita para mantenerlo unido. Y ello es así porque mayores son las fuerzas que operan en él, y estas fuerzas tienen una tendencia a la expansión, a la separación.
En una primera generación, con un fundador como socio único y unos hijos todavía en edad escolar, el sistema es muy pequeño y las voluntades muy fáciles de alinear: básicamente estamos hablando de las voluntades del fundador y su esposa. No obstante, si hablamos de terceras o más generaciones, con 3 o 5 ramas familiares y subramas, 28 accionistas, extensas franjas etarias en su ciclo de vida, el sistema es grande, las voluntades difíciles de alinear y el sistema puede verse en riesgo de continuar.
Por este motivo, Carina Vazquez, Consultora y Coach empresarial, especialista en Gestión del Cambio y asociada al IADEF; responde por qué es tan importante en una empresa familiar gestionar el cambio y la innovación. Esto se debe a que las empresas familiares, el sueño del fundador no finaliza en su cumplimiento exitoso a título individual, sino que la interrelación de cada miembro de la familia que participa en la empresa, es la que aporta -desde su vocación y voluntad- una fuerza de innovación y continuidad en su generación.
Estos aportes en la empresa familiar pueden brindar un alto valor si se logran gestionar desde una perspectiva de “sinergia generacional”, que implica un trabajo conjunto para superar obstáculos que presenta la gestión del cambio y crear espacios para los acuerdos necesarios que posibiliten la continuidad.
Según Carina Vazquez, los desafíos que presenta un proceso de cambio hacia la continuidad son:

  1. El traspaso del capital de conocimiento de los fundadores hacia las siguientes generaciones resulta clave, entendiendo que todo conocimiento puede expandirse, multiplicarse y es un capital que no puede quedar en el fundador de la empresa, o morir en una de sus generaciones.
  2. El rol de la generación continuadora o sucesora cumple un papel muy relevante a la hora de timonear el barco y dar rumbo a la continuidad. Pero lo más importante no es cuando toma el timón, sino que se toma en cuenta, el cómo ha construido su recorrido de aprendizaje hasta ese momento, y el reconocimiento del valor que le aportan aquellas mejores prácticas de la historia de la empresa y la familia articulándolas con las nuevas ideas que se desean incorporar.
  3. Los cambios se gestionan desde un contexto y desde una historia. La forma de liderar la empresa familiar, su estructura, las relaciones con el personal y las nuevas tecnologías, demandan una visión sistémica donde la profesionalización de la empresa se oriente más hacia un proceso que a la rápida incorporación de herramientas y resultados.

¿Cuál es el impacto de no gestionar cambios, o no permitirnos innovar en el tiempo en el que evoluciona la empresa y familia?

  1. La pérdida de oportunidades de negocios por mantener viejas recetas en un mundo que cambia día a día.
  2. Dejar de percibir mayor rentabilidadpor las limitaciones que puede presentar la falta de innovación y estructura de la empresa.
  3. Generar frustraciones y conflictos en las relaciones familiares poniendo en peligro la continuidad de la empresa.

La gestión del cambio y la innovación es una parte fundamental para el proceso de continuidad de la empresa familiar. Para avanzar en este proceso es necesario trabajar en acuerdos pueden plasmarse en un Protocolo Empresario Familiar, y de esta forma favorecer la sustentabilidad del negocio, lograr una mayor armonía en las relaciones familiares, y obtener eficiencia en los equipos operativos que gestionan la empresa y se preserva el patrimonio.

Natalia Christensen
Natalia Christensen
Carina Vazquez
Carina Vazquez